Los gemelos de esta osa polar son como cualquier otro bebé. Juegan sin descanso y se cuelgan de mamá en cuanto hay oportunidad.
Cuando esta osa salió de su guarida al norte de Manitoba, Canadá, el camarógrafo de vida silvestre Andrew Manske capturó la interacción que el animal tiene con sus hijos. Los pequeñitos parecen incansables y aunque mamá trata de relajarse un poco, ellos encuentran la manera de llevar la diversión cerca de ella –aunque eso signifique usarla de terreno de juego.
Los retos de una mamá oso son muchos, pues durante los primeros dos años y medio de vida de sus crías ella no puede quitarles la vista de encima prácticamente nunca –porque aún son muy vulnerables a los depredadores y están apenas aprendiendo a sobrevivir. Lo hermoso del proceso es que sus pequeños siempre están listos para darle un buen espectáculo a mami.
Cuando esta osa salió de su guarida al norte de Manitoba, Canadá, el camarógrafo de vida silvestre Andrew Manske capturó la interacción que el animal tiene con sus hijos. Los pequeñitos parecen incansables y aunque mamá trata de relajarse un poco, ellos encuentran la manera de llevar la diversión cerca de ella –aunque eso signifique usarla de terreno de juego.
Los retos de una mamá oso son muchos, pues durante los primeros dos años y medio de vida de sus crías ella no puede quitarles la vista de encima prácticamente nunca –porque aún son muy vulnerables a los depredadores y están apenas aprendiendo a sobrevivir. Lo hermoso del proceso es que sus pequeños siempre están listos para darle un buen espectáculo a mami.
