Una demanda que pesaba sobre Pedro Quezada, el ganador del millonario boleto del Powerball, el pasado año, llegó a un final feliz cuando ambas partes se dieron un beso y decidieron que van a intentar una relación de pareja.
Quezada se llevó el codiciado premio de $338 millones del Powerball y terminó con unos $152 millones después de pagar impuestos y decidir que cobraría la suma en un solo pago.
Pero con estos millones, llegaron los problemas para Pedro Quezada.
Inés Sanchez (quien aparece en la foto de abajo) y que se presentaba como su esposa, le trajo más de un dolor de cabeza al nuevo millonario de origen dominicano, residente en Nueva Jersey.
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Quezada decía: "Ella puede tomar lo que quiera" [del dinero]. Pero el problema es que Pedro e Inés no estaban casados y, además, Inés no estaba de acuerdo con eso. Ella quería que se repartiera el botín en partes iguales.
Pedro e Inés habían vivido en unión libre por 10 años, tienen un hijo en común y administraban una tienda de productos de primera necesidad en Passaic, Nueva Jesey, pero después del gran premio, los problemas aparecieron y la pareja se vino abajo.
Inés Sánchez demandó a Pedro Quezada. Ella peleaba para que los millones fueran repartidos en cantidades iguales ya que ese boleto había sido comprado con dinero que ella también ayudaba a generar.
Quezada se deprimió, de acuerdo con The Record Newspaper.
"Fuimos de tener una familia sin dinero a tener dinero pero a no tener familia", argumentó Paul Fernández, el abogado de Quezada.
Pero ahora, la demanda fue retirada por Inés. Decidieron hacer la paces y vivir de nuevo juntos.
Quezada, de 44 años, es padre de cinco hijos entre las edades de 5 a 23 años. El dominicano acordó anteriormente ante un juez enfrentar la deuda de $30,000 y cancelar los pagos de manutención atrasados que supuestamente tenía con otra mujer desde el 2009.
Quezada se llevó el codiciado premio de $338 millones del Powerball y terminó con unos $152 millones después de pagar impuestos y decidir que cobraría la suma en un solo pago.
Pero con estos millones, llegaron los problemas para Pedro Quezada.
Inés Sanchez (quien aparece en la foto de abajo) y que se presentaba como su esposa, le trajo más de un dolor de cabeza al nuevo millonario de origen dominicano, residente en Nueva Jersey.

Quezada decía: "Ella puede tomar lo que quiera" [del dinero]. Pero el problema es que Pedro e Inés no estaban casados y, además, Inés no estaba de acuerdo con eso. Ella quería que se repartiera el botín en partes iguales.
Pedro e Inés habían vivido en unión libre por 10 años, tienen un hijo en común y administraban una tienda de productos de primera necesidad en Passaic, Nueva Jesey, pero después del gran premio, los problemas aparecieron y la pareja se vino abajo.
Inés Sánchez demandó a Pedro Quezada. Ella peleaba para que los millones fueran repartidos en cantidades iguales ya que ese boleto había sido comprado con dinero que ella también ayudaba a generar.
Quezada se deprimió, de acuerdo con The Record Newspaper.
"Fuimos de tener una familia sin dinero a tener dinero pero a no tener familia", argumentó Paul Fernández, el abogado de Quezada.
Pero ahora, la demanda fue retirada por Inés. Decidieron hacer la paces y vivir de nuevo juntos.
"Les deseo buena suerte y un futuro maravilloso", dijo la jueza Margaret Mary McVeigh. "Espero que esto trabaje para ustedes. Buena suerte, sean felices y espero que encuentren lo más importante en la vida".
Quezada, de 44 años, es padre de cinco hijos entre las edades de 5 a 23 años. El dominicano acordó anteriormente ante un juez enfrentar la deuda de $30,000 y cancelar los pagos de manutención atrasados que supuestamente tenía con otra mujer desde el 2009.