Los anuncios de computadoras no siempre mostraron siluetas de gente bailando música indie. Cuando la tecnología era bastante más lenta e incómoda, la publicidad que la presentaba era exactamente igual.
Echa un vistazo a estos anuncios de antaño, cuando sin duda vivíamos muy distinto.
El pecado original.
![vintage tech ads]()
Tener una oficina en casa requería MUCHO espacio.
![vintage tech ads]()
Los papás parecían ser los más emocionados con los videojuegos.
![vintage tech ads]()
Mario nos daba un adelanto del mágico 3D.
![vintage tech ads]()
La tecnología nos hacía sentir muy chic.
![vintage tech ads]()
Envolver los regalos requería cajas gigantescas.
![vintage tech ads]()
Era natural que le tuviéramos miedo a la tecnología --particularmente a las impresoras.
![vintage tech ads]()
Era emocionante deshacerse de la papelería.
![vintage tech ads]()
Ir a colegio con estas cosas era un sueño.
![vintage tech ads]()
Nadie tenía la fuerza necesaria para poner las cosas en su lugar.
![asd]()
Pensábamos que las máquinas también servían para hornear.
![asd]()
No eran los jóvenes quienes nos vendían la tecnología más moderna.
![asd]()
Nos entusiasmaban este tipo de anuncios.
![asd]()
El sexo comenzaba a usarse como táctica de venta.
![asd]()
Nos vendían una linda imagen del futuro.
![asd]()
Y hacían cosas que nadie entendía.
![asd]()
La comedia no era su fuerte.
![asd]()
Pero el arte quizá sí.
![asd]()
Esta nota fue publicada originalmente en HuffPost Tech.
Echa un vistazo a estos anuncios de antaño, cuando sin duda vivíamos muy distinto.
El pecado original.

Tener una oficina en casa requería MUCHO espacio.

Los papás parecían ser los más emocionados con los videojuegos.

Mario nos daba un adelanto del mágico 3D.

La tecnología nos hacía sentir muy chic.

Envolver los regalos requería cajas gigantescas.

Era natural que le tuviéramos miedo a la tecnología --particularmente a las impresoras.

Era emocionante deshacerse de la papelería.

Ir a colegio con estas cosas era un sueño.

Nadie tenía la fuerza necesaria para poner las cosas en su lugar.

Pensábamos que las máquinas también servían para hornear.

No eran los jóvenes quienes nos vendían la tecnología más moderna.

Nos entusiasmaban este tipo de anuncios.

El sexo comenzaba a usarse como táctica de venta.

Nos vendían una linda imagen del futuro.

Y hacían cosas que nadie entendía.

La comedia no era su fuerte.

Pero el arte quizá sí.

Esta nota fue publicada originalmente en HuffPost Tech.