Una de las actividades favoritas de los niños es jugar al escondite. Cuando son muy pequeñitos, ellos creen que al cubrirse sus ojos y no poder ver nada, el resto del mundo tampoco los puede ver. Por eso se esconden detrás de lámparas, postes, cortinas que no ocultan sus pies, o simplemente se cubren su rostro. Su inocencia les hace pensar que están realmente escondidos, y son capaces así, de sacarle una sonrisa a cualquiera.
Estas fotos compartidas por padres en las redes sociales y recopiladas por El Huffington Post te harán el día.
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